Los momentos de crisis son decisivos para llegar a la consulta con el astrólogo. Estas crisis, son sincrónicas con los tránsitos de Saturno, Urano, Plutón y Neptuno, como así también con aspectos duros y ciclos que nos ponen en contacto con situaciones externas e internas, las que nos impulsan a tomar decisiones, muchas veces postergadas por miedo.
Entramos en crisis debido a decisiones que no podemos tomar. Lo viejo ya no nos sirve y le tememos a tomar un nuevo camino, tenemos miedo a perderlo todo, miedo a la soledad, miedo a perder un trabajo, miedo a perder el ser amado, miedo al desprestigio, miedo a la muerte.
El estado es de ambivalencia, queremos esto y aquello, no podemos tomar una decisión. Por momentos nos aferramos a lo conocido y luego sentimos que queremos tirar todo lo que tenemos en pos de lo nuevo. Nos vamos de un polo al otro, nos sentimos en una encrucijada. Las contradicciones nos paralizan.
La resolución del conflicto no está en elegir un camino o el otro, la fantasía es que si ganamos una cosa perdemos la otra. Resolución implica equilibrio y por lo tanto debemos agotar la vivencia de ambos polos para lograrlo.
La astrología nos plantea las energías zodiacales en términos de polaridad. Cada polaridad enfoca la realidad desde un extremo parcial, creyendo que esa es la verdad, sin saber que la única forma de resolución es integrando los opuestos. La integración de opuestos nos lleva a una síntesis superadora de las partes.
El zodíaco nos presenta 12 signos, 12 parcialidades, que pueden verse como 6 polaridades:
Aries-Libra
Tauro-Escorpio
Géminis-Sagitario
Cáncer-Capricornio
Leo-Acuario
Virgo-Piscis
De esta manera cada par representa un tipo de conflicto o par contradictorio. La predominancia de alguno de ellos, lo que surge del análisis de la carta natal, pre-supone el tipo de conflicto que caracteriza al consultante. Como ya comenté en artículos anteriores la persona no es sólo su signo y por lo tanto se necesita analizar su carta natal para determinar sus características energéticas y psicológicas. De esta manera podremos ver cuál es la conflictiva predominante.
Aries - Libra: la contradicción es: autoafirmación o acuerdo, individuo o pareja, mi deseo o el deseo del otro.
Tauro - Escorpio: la contradicción es: placer o conflicto, lo mío o lo nuestro.
Géminis - Sagitario: la contradicción es: análisis o síntesis, alumno o maestro, pregunta o respuesta.
Cáncer - Capricornio: la contradicción es: madre o padre, contención o sostén, mundo interno o mundo externo, hogar o sociedad.
Leo - Acuario: la contradicción es: yo o nosotros, autoexpresión o expresión grupal, creatividad propia-creatividad anónima.
Virgo - Piscis: la contradicción es: orden o confusión, palabra o silencio, control o entrega.
También presentan polaridades los planetas transpersonales: Plutón, Neptuno y Urano.
Plutón nos hace pararnos por momentos en la omnipotencia y por otros en la impotencia.
Urano nos trae la contradicción entre libertad y seguridad
y Neptuno entre orden y confusión.
Cómo vemos cada parte de la contradicción hace a la condición humana, y un motivo por el que nos cuesta aceptarlas en su totalidad, es que nacimos insertos en una familia o una cultura que acepta y valora a alguno de estos polos de la contradicción y denigra otros por ser considerados malos o peligrosos. Esto nos lleva a que continuamente debemos elegir en vez de integrar.
Un ejemplo de ello es la polarización que muchas mujeres de Aries deben hacer hacia su signo opuesto Libra, ya que nuestra cultura aún no tolera, o no ve con buenos ojos que una mujer pelee, que confronte para defender lo suyo.
Tal es así que terminan complaciendo, es decir polarizándose en Libra, para no ser tildada de masculina. Una muestra de su consecuencia suele ser un posterior ataque de ira, mecanismo de defensa, que más tarde o más temprano, compensa esa polarización, poniéndola ante un nuevo dilema ya que termina siendo tildada de histérica o loca. Esto nos muestra que el no vivir nuestras energías siempre nos trae un nuevo conflicto.
Los tránsitos, ciclos, nos dan avisos anticipados y dan muestras de la necesidad de un nuevo aprendizaje o de algún giro en nuestras vidas. Atender y actuar frente a las alarmas nos evita un mal mayor. La consulta con el astrólogo humanístico actuará en forma preventiva y orientativa ayudando a ver el camino del medio.
Lic. Alicia Mabel Alfuso