Las personas acuden a una Constelación Familiar con el objetivo de solucionar conflictos, vínculos o síntomas que no han podido resolver en sus terapias o que sienten que ese tema les molesta como una piedra en el zapato.
La Constelación Familiar no es una terapia ya que no implica un proceso. La Constelación Familiar se realiza en una sola vez y también se trata un tema por vez. Por esa razón no se le permite a la persona que consulta que cuente demasiado de su vida ni de los detalles del problema que la trae. Adentrarse en los detalles y expresar la cronología de los hechos de un trauma hacen parte de una terapia.
En una constelación familiar cuando el facilitador menos conozca de los detalles de la vida de quien consulta, mucho mejor. Saber demasiado en vez de ayudar a la constelación podría llegar a confundir.
Una constelación no es un lugar de descarga ni de búsqueda de contención, ni de elaboración. Las constelaciones familiares no compiten con las terapias psicológicas sino que las complementan y permite que se abran algunos aspectos que en la terapia se viven como obturados, para poder luego continuar trabajando otros temas, que hasta el momento no se podían abordar.
Cuando el consultante plantea varios temas a la vez o hace su pregunta de manera confusa, el facilitador se encargará a través de preguntas que vea cual de los temas es más importante, y cuál es el que siente con mayor fuerza.
Las Constelaciones trabajan con la información recibida por el campo morfogenético que se conforma entre todos los presentes. Cuanto más simple la pregunta el campo mostrará mejor las imágenes de origen y de solución.
Nosotros pertenecemos a sistemas, del cual el familiar es el más importante y con él se trabaja en las constelaciones familiares. Un tema tiene múltiples puertas de entrada y cualquiera sea la que elijamos permitirá que el resto se modifique.
A veces no sabemos si trabajar una conflictiva con nuestra madre o con nuestro marido o esposa o con nuestros hijos o un tema laboral o económico una enfermedad. Es entonces que al plantear uno de los temas, pensando que dejamos el resto de lado, empezamos a ver que en realidad están todos interrelacionados.
Trabajar nuestra pareja nos lleva a trabajar el amor a nuestra madre. Trabajar lo laboral nos lleva a trabajar la relación con nuestro padre, trabajar un síntoma puede mostrarnos exclusiones de ancestros.
Una vez constelado un tema debemos dejarlo trabajar un tiempo. Se sugiere no volver a hacer una constelación por lo menos hasta dentro de 3 meses, de no ser que haya un tema de mucha urgencia el cual se trabajara previa consulta al campo.
Podemos acudir a una constelación a constelar o a participar de ella sosteniendo el trabajo de todos. Para constelar necesitamos de la colaboración de otros, por esa razón sugerimos que después de constelar se continúe asistiendo para devolver a otros el servicio que tan humilde y generosamente hicieron por nosotros.
La teoría de las Constelaciones de Bert Hellinger es de una riqueza inconmensurable y su aplicación nos permite abrir un nuevo horizonte terapéutico llegando trabajar en situaciones y conflictos, en la que ninguna otra teoría lo puede hacer. Solo experimentar la participación de un Taller de Constelaciones Familiares o una sesión con Ejercicios Sistémicos, permite ver con asombro sus resultados.
Lic. Alicia Mabel Alfuso
Facilitadora en Constelaciones Familiares