La esencia del REIKI es el amor, ese sentimiento puro que emana alegría y vida abarcándolo todo. Si somos capaces de abrirnos al amor, el Reiki nos acercará constantemente a él.

Una sesión de REIKI nos pone en contacto con nuestra naturaleza espiritual, devolviéndole la paz a nuestro corazón.

El REIKI tiene como característica la simpleza y la sencillez. Se realiza a través de la imposición de las manos sobre el cuerpo que se desea tratar, de esta forma se logra un equilibrio energético en todos los niveles: cuerpo físico, emocional, mental y espiritual.

Revisemos un poco la historia de esta maravillosa energía.

En 1870, el doctor Mikao Usui, decano de una pequeña universidad cristiana de Kyoto, fue cuestionado por uno de sus alumnos acerca de por qué no existía en el mundo nadie que siguiera las enseñanzas de Jesús, refiriéndose concretamente a la curación a través de las manos. Usui, al no tener una respuesta a esa pregunta, renunció a su cargo y empezó un peregrinaje en la búsqueda de tal respuesta.

Recorriendo el mundo, revisó numerosos documentos antiguos, cristianos, budistas, sutras, tibetanos, llegando a creer que había obtenido la verdad sobre las curaciones ejecutadas por Cristo. Para ponerlo en práctica, realizó un ayuno y meditación por 21 días en la cima de la Montaña Sagrada (el monte Kuri Yama).

Pasaron los 21 días y no hubo ninguna revelación. Fue entonces que decidió bajar y al hacerlo tropezó y se cayó, lastimándose una rodilla en las que apoyó instintivamente sus manos. Fue en ese momento en que los símbolos del Reiki le fuero revelados.

Se sintió invadido por un inmenso sentimiento de gratitud por haber llegado al final de su búsqueda, entendiendo así que la entrega es necesaria para cualquier logro.

A partir de aquel momento el REIKI fue transmitido de Maestro a Maestro, pasando por Chujiro Hayashi, quien fundó y dirigió una clínica en Tokio hasta 1941. Hayashi, sintiendo próxima su muerte, nombró a Hawayo Takata la tercera gran Maestra de Reiki y ella, a su vez, nombró a su nieta Phyllis Lee Furumoto, heredera de este conocimiento. Ella decidió que debería haber numerosos maestros para que este sistema se difundiera y beneficiara a todo el mundo.

Actualmente existen muchísimos Maestros y escuelas de Reiki en todo el mundo.

Para que nosotros podamos tener acceso a esta energía curativa, es necesario tomar los talleres de los 3 niveles de Reiki, dirigidos por un Maestro especialmente formado para ello.

En el Nivel I se abren los chakras o canales energéticos, permitiendo de esta forma que la energía fluya a través del iniciado, convirtiéndonos en un canal. A partir de aquí se está preparado para dar Reiki a otras personas en forma presencial y a uno mismo.

En el Nivel II (al cual se llega generalmente después de haber vivido y practicado ampliamente nuestro primer cambio de conciencia) se enriquece nuestra experiencia del Reiki y se aprenden los tres símbolos de gran poder para poder dar Reiki a distancia.

En el Nivel III se obtiene un cuarto símbolo que permite al iniciado trabajar con la más alta potencia Reiki.

Por último, se obtiene el grado de Maestro de Reiki, donde se es capaz de iniciar a otros. Este no es un nivel sencillo, requiere mayor tiempo de preparación de conciencia, siguiendo los pasos de nuestro Maestro de Reiki.

Después de un taller de Reiki se siguen 21 días de purificación en los que nos limpiamos a nivel físico y emocional, para sentir cómo después de esto nos integramos a la armonía vital del universo.

El Reiki es un auxiliar muy poderoso, aún en enfermedades físicas.

Los cinco principios fundamentales del reiki son:
Hoy serás agradecido.
Hoy no te preocuparás.
Hoy no te enojarás.
Hoy trabajarás honradamente.
Hoy amarás y respetarás todo lo viviente.
La enseñanza más importante de este método es la de aprender a dar, porque despojándonos de nuestro ego y sabiendo que sólo somos un canal de la energía universal, nos ofrecemos a ayudar a aquel que lo necesite y, de esta forma, curiosamente, nosotros también recibimos la paz y la armonía que todos estamos necesitando.

Reiki es una palabra japonesa que significa energía vital universal. El espacio que nos rodea -el universo- está lleno de energía constante. Esta fuente de energía universal, original y creativa, nos mantiene vivos.

REIKI es energía natural y curativa que fluye vigorosamente concentrada en las manos entrenadas del terapeuta. El REIKI se menciona en las sutras del sánscrito hace más de 2,500 años. En el sistema Usui de REIKI, la energía curativa se transmite espontáneamente colocando las manos en el propio cuerpo o en otro organismo.

REIKI atraviesa cualquier material, ropa, yeso, vendajes, metal, etc. El terapeuta solamente canaliza y proporciona la energía universal; no disminuye su propia energía, al contrario, refuerza y alimenta la ya existente.

REIKI apoya y enriquece los tratamientos terapéuticos como: masaje reflexivo de los pies, acupresión, drenaje linfático, terapia respiratoria, masajes en general, quiropráctica, psicoterapias, etc. Además, ayuda a todas las personas que ejercen una profesión curativa.